lunes, 1 de septiembre de 2014

La India: Luces y sombras


Tengo la duda en escribir "India" o "La India", que es lo que siempre he escuchado.
No conozco a nadie que haya visitado el país y se quede indiferente.
- ¿Es bonito?
- Pues... como me contestó otra bloguera, bonito no es, inolvidable es la experiencia .
Por supuesto hay multitud de sitios bonitos, de monumentos, templos, palacios, rincones. Pero sobretodo viajar a India es un viaje personal, y es mejor prepararse para ello.
Un sitio tan grande, con tantos millones de personas necesita mucho espacio para retratarlo. Yo solo me he acercado, he tocado, he sentido una parte... esto acaba de empezar.
Al aterrizar en Delhi te recibe un superaeropuerto internacional, muy enmoquetado, y con muchas luces, muchas luces..."Welcome to India".
El viaje es largo,pero  a veces lo largo y lo cómodo logicamente depende del presupuesto que tengamos, de ello depende a veces tener que realizar escalas.

Para pasar el control de inmigración tendremos que mostrar la visa que has tenido que solicitar antes de viajar en tu país de origen y que se queda tramitada desde allí. De hecho en La India nos están esperando...

La gente ya es distinta y desde este momento hay tres rasgos que acompañan el viaje: su amabilidad siempre con una sonrisa, su cara fija, mirando con detalle pero sin ninguna pretensión, y además como lo sabes pues lo único que haces es confirmarlo allí, y la palabra clave: " NAMASTE", pronunciada con tonillo musical.
Namasté -Namascar, acompaña cada presentación, cada llegada, compra, saludo, despedida, junto con el agradable gesto de juntar las palmas de la mano como en señal de oración, y siempre una sonrisa, se convertirá en un mantra indispensable.
Al salir del aeropuerto el calor humedo y el tremendo ir y venir de los coches de un lado para otro, creará una banda sonora que nos acompañará todos los días.

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